No está muy claro el origen de las lentejas, hay historiadores que las sitúan en Extremo Oriente, sobre el suroeste de Turquía y el norte de Siria, donde se recolectaban junto con otras plantas silvestres y donde a día de hoy todavía pueden encontrarse en estado silvestre.
Los restos más antiguos de su cultivo, se han encontrado en Israel y datan del año 6.600 A.C.
Para los egipcios, fueron un alimento básico junto con las habas y el trigo, ya que su poder proteico ayudó mucho a los esclavos que construyeron las pirámides.
Planta de la lenteja
La receta de hoy, vamos a elaborarla con lenteja pardina, diminuta y exquisita, en forma de lente, a la que dio su nombre y no al revés.
Lenteja pardina
Este tipo de lenteja, no necesita remojo, pues es sumamente tierna y de exquisito sabor.
INGREDIENTES:
• 350 gr. de lentejas pardina
• 1 zanahoria
• 1 rama de ápio
• 1 patata
• 1 cebolla
• Un trozo de pimiento rojo
• Un trozo de pimiento verde
• 2 dientes de ajo
• 2 hojitas de laurel
• Aceite, una cucharadita de pimentón agridulce "La Dalia" y sal
MODO DE HACERLO:
Lavar las lentejas y ponerlas en una cazuela. Cubrirlas de agua dos dedos por encima de su nivel.
Poner aceite en una sartén, y pochar la cebolla y los ajos troceados. Una vez pochados, añadir el pimentón, mover y retirar del fuego para que no se queme. Añadirlo a la cazuela. Picar en trocitos la zanahoria, el ápio, la patata, el pimiento rojo y el verde, y juntarlo con las lentejas. Poner la sal y el laurel y dejar cocer a fuego suave hasta que estén tiernas. Seguramente será necesario que las añadáis agua fría al menos una vez. Una vez cocidas, rectificar el punto de sal y a la mesa.
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