miércoles, 26 de marzo de 2014

PECHUGAS A LA VILLEROY




La bechamel es una de las salsas más utilizadas y quizás por ello también recibe el nombre de "salsa madre". Sin lugar a duda es la reina de las salsas blancas y su empleo está muy extendido para elaborar diferentes tipos de platos…
Su invención se atribuye a Luis Bechamel, mayordomo de la corte de Luis XIV, gran gourmet, y caballero de gustos refinados tanto en la gastronomía como en el arte.
En la receta primitiva, no figuraba la leche, sino que se preparaba con un fondo de jugo de ternera. Los ingredientes básicos actuales son: harina, leche, sal y mantequilla o aceite, y como complementos adicionales: pimienta blanca y nuez moscada. La textura dependerá del uso que le vayamos a dar.

INGREDIENTES:
  •   1 kg. de filetes de pechuga de pollo que no sean finos
  •   3 huevos, pan rallado y aceite de oliva para empanar las pechugas.
            Para la salsa bechamel:
  •     100 cc. de aceite de oliva
  •     100 gr. de harina
  •     750 de leche entera caliente
  •     sal y nuez moscada
MODO DE HACERLO:

Salpimentar los filetes de pechuga,  poner aceite en una sartén, y freírlos. Hacerlos a fuego no muy fuerte para que se hagan por dentro pero que no se churrusquen por fuera porque quedarían duros. Reservar en un plato.
Ahora vamos a hacer la bechamel:
Poner a templar la leche con la nuez moscada.
Con el aceite que os ha sobrado de hacer las pechugas y un poco más hasta completar la cantidad necesaria, preparamos la bechamel. Cuando comience a calentarse el aceite echar la harina y mezclar bien cocinándolo un ratito para que ésta no sepa cruda. Separar la sartén del fuego, añadir un poco leche y mezclar bien con unas varillas. Una vez bien disuelta la harina en la leche, ponerla en el fuego y hacer hervir lentamente removiendo sin cesar. Ir incorporando el resto de la leche poco a poco. Cocerla durante un buen rato y sin dejarla de mover (siempre con las varillas) y de esta forma os quedará una salsa bien fina y sin grumos. Deberá quedaros una salsa mas bien espesita para que se agarre bien a las pechugas.
Si en el plato donde habéis dejado los filetes en reposo hay algo de salsa, incorporarlo a la bechamel y mezclar nuevamente. Ir pasando las pechugas una a una por la salsa y después depositarlas sobre papel parafinado o sobre un plato engrasado. Dejar enfriar
                              


Batir los huevos y rebozar las pechugas primero en huevo y después en pan rallado y freír en abundante aceite hasta que estén doradas por todos los lados. Servir calientes acompañadas de la guarnición que os apetezca.

viernes, 21 de marzo de 2014

MILHOJAS DE CREMA

















Una autentica delicia, os lo aseguro. Siempre que viene alguien a casa y preparo este postre, les digo que dejen un huequito para el final.
Es sencilla de  hacer pues lo que es la base de las tartitas (ya que son individuales) se pueden tener preparadas con algún día de antelación, y la única pega es que hay que montarlas en el momento, pero si se tiene todo bien organizado, no da problemas y es rápido.

INGREDIENTES:
  • ·      Un paquete de pasta Filo
  • ·      Almendras fileteadas
  • ·      Azúcar glass

  • Para la crema pastelera:
  • ·      4 yemas de huevo
  • ·      700cc de leche entera
  • ·      50 gr. maicena
  • ·      100 gr. de azúcar
  • ·      piel de naranja y piel de limón
  • ·      una ramita de canela
MODO DE HACERLO:

Extender una oblea de pasta filo sobre una superficie plana y con la ayuda de un recipiente que puede ser una taza o un cuenco de aproximadamente 15 cm. de diámetro ir cortando las obleas y formando redondeles. Es mejor que vayáis extendiendo las obleas de una en una pues se secan enseguida: 

Ahora podéis proceder o bien a freír las obleas o bien hacerlas en el horno. Si optáis por esta segunda opción colocarlas sobre una bandeja de horno en la que previamente habréis puesto un papel de horno y otro sobre las obleas:
Introducir en el horno precanlentado a 280º y dejar que se doren (cuidado pues se queman enseguida)
Sacar del horno y reservar:



De esta forma son mas ligeras que si las freís, pero fritas están buenísimas. Poner aceite en una sartén y cuando este caliente echar la oblea dejar que se haga por un lado y dar la vuelta. Seguidamente sacar y colocar sobre papel absorbente. Dejarlas unas cuantas horas para que chupen bien el aceite sobrante.




Ahora vamos a preparar la crema pastelera:
Poner la leche en un cazo junto con la cascara de naranja, la de limón y la ramita de canela y poner en el fuego. Cuando comience a hervir, apagar el fuego y colar. Dejar atemperar. Mientras tanto ponemos en un cuenco las yemas y el azúcar y batir con unas varillas hasta que se forme una pasta blanda, añadir la maicena y seguir moviendo. Incorporar un poco de leche templada y mezclar bien hasta obtener una crema homogénea. Añadir esta crema a la cazuela de la leche y mezclar bien. Una vez sin grumos y bien integrada poner a fuego lento y dejar que cueza sin dejar de mover para que no se pegue en el fondo de la cazuela. Poco a poco irá cogiendo consistencia (unos 15 minutos aproximadamente). Volcar sobre un cuenco y dejar que se temple unos minutos. A continuación la paso directamente a una manga pastelera  desechable sin abrirle la boquilla. Y guardar hasta que a montar las tartitas. Poner en una sartén las almendras espolvoreadas con el azúcar y mover a medida que se va haciendo el caramelo para que se caramelicen por todos los lados:






Dejar enfriar y guardar en un tarro de cristal.
Ahora vamos a montar la tarta:
Ponemos una oblea sobre un plato, y por encima le ponemos la crema  pastelera y  le añadimos unas poquitas almendras. Tapar con otra oblea y repetir la operación, crema pastelera y almendras. Tapar con una última oblea y poner nuevamente por encima almendras y espolvorear con la ayuda de un colador, con azúcar glass. Como os dije, montarlas en el momento pues sino se reblandecen las obleas.



jueves, 13 de marzo de 2014

BRANDADA DE BACALAO

                                              

                        
  
Como en otras cuestiones culinarias, resulta difícil ponerse de acuerdo, unos dicen que el origen de la brandada es el alioli, y que al introducirse en nuestro país el bacalao seco, se le añadió a éste. Se trataba de un plato sencillo perteneciente a la cocina popular y como tantos otros sus componentes eran el bacalao, el aceite y el ajo. A través del mediterráneo, fue desarrollándose desde la costa de Alicante hasta noroeste de Italia y en la época de la Revolución Francesa la receta llego a Francia donde la adaptaron al gusto popular, retirándole el ajo y sustituyendo el aceite de oliva por otros aceites vegetales e incorporándole, nata, patata y otros ingredientes.

INGREDIENTES:
  • ·      300 gr. de bacalao
  • ·      130 gr. de aceite de oliva
  • ·      4 dientes de ajo
  • ·      50 gr. de nata
  • ·      sal (dependerá del punto de desalado del bacalao)
  • ·      un poco de cayena (optativo)


MODO DE HACERLO:
Desalar el bacalao remojándolo de 24 a 30 horas, cambiando el agua tres o cuatro veces, en un recipiente grande con mucho agua. Pasado este tiempo, descamarlo bien, raspando la piel con un cuchillo. Secarlo con papel absorbente. Poner el aceite de una sartén y dorar los ajos sin que se quemen. Retirar del fuego y dejar atemperar el aceite e incorporar el bacalao que previamente habremos desmenuzado y retirado la piel. Dejar que se confite.  Poner todo en el vaso de la batidora y triturar al tiempo que vais añadiendo la nata, hasta obtener una pasta homogénea. Probar y rectificar el punto de sal y si vais a ponerle un poquito de cayena este es el momento (si ésta no es en polvo triturar el conjunto nuevamente). Colocarlo sobre un plato y espolvorear, si os apetece, con un poquito de eneldo. Acompañarlo con pan tostado.

lunes, 10 de marzo de 2014

CRUJIENTE DE PATATAS VIOLETA

                                     
Al parecer no está claro el origen de las patatas violetas pero parece ser que son oriundas de América del Sur. Existen distintos tipos de patatas violetas pero el mas común es el llamado Vitelotte, de forma alargada, cilíndrica y con  la piel de color morado muy oscuro casi negro. La piel es  fina y llena de “ojos”, su carne es de color violeta intenso.
Tiene un gran contenido en almidón, y se pueden cocinar como el resto de las patatas, hervidas, asadas, en puré, etc. Su sabor es muy similar al de la patata que estamos acostumbrados, pero sus propiedades nutricionales  se encuentran por encima del de las patatas blancas principalmente  por su color.

                 
                         


Esta receta se puede hacer con cualquier tipo de patatas, pero es indudable que el color de éstas las hace muy atractivas.


INGREDIENTES PARA EL CRUJIENTE:

·          ½ docena de patatas violeta
·          Agua y sal
·          Papel de horno

MODO DE HACERLO:

Pelar las patatas, cascarlas y ponerlas a hervir en agua con sal.
Una vez cocidas se escurren y se pasan por el pasapurés. Rectificar el punto de sal. Aplastarlas con la ayuda de un tenedor para que el puré se haga más homogéneo:


         



Cortar un trozo de papel de horno y pincelarlo con unas gotas de aceite de oliva.  Poner sobre él una bola pequeña de puré, y encima otro trozo de papel que también habremos untado con aceite. Con la ayuda de un rodillo ir extendiendo  el puré hasta dejar  una capa muy fina:


             






 









Retirar la hoja superior e introducir en el horno a 140º durante unos 25 minutos aproximadamente. Deberá quedar crujiente. Sacar y trocear.

                                      
 OTRA IDEA:

Cocer alguna patata mas y preparar un puré como si se tratase de un puré de patata normal. Es decir una vez pasado por el pasapurés, ponerlo al fuego e ir aclarándolo con un poco de leche entera al tiempo que lo vais moviendo para que no se pegue. Incorporarle una cucharada de mantequilla y listo.

                                                  
Podéis servirlo de guarnición y encima colocar de adorno un trocito del crujiente.

                                       

martes, 18 de febrero de 2014

TORTELLINIS DE TRUFA Y QUESO

     

El tortellini en una pasta en forma de anillo que puede rellenarse de un sin fin de cosas, carnes, espinacas, queso, etc. Es  oriunda de la región italiana de Bolonia y Módena, y según dicen, los auténticos tortellinis se sirven con caldo, y se lanzan criticas a los que se acompañan de crema. Existe una variedad de mayor tamaño que se llama “tortelloni” y que suele rellenarse de espinacas y queso ricota.
Como toda la pasta puede hacerse en casa, pero es laborioso, y por eso os recomiendo que probéis la de la marca “Rana” que viene en bolsa de papel pues es francamente buena.

                   
INGREDIENTES:  (para 2-3 personas)
  • ·      1 paquete de tortellini de trufa y queso
  • ·      3 cebolletas
  • ·      ½ calabacín
  • ·      4 tomates de pera maduros
  • ·      ½ brick de nata
  • ·      una trufa
  • ·      Queso parmesano para rallar
MODO DE HACERLO:

Lo primero que vamos a hacer e preparar la salsa. Pelar y picar finamente las cebolletas y pocharlas en una sartén con un poco de aceite. Mientras tanto lavar el calabacín y sin pelarlo córtalo en daditos pequeños. Cuando le queden 5 minutos a las cebolletas  añadir los calabacines.

Pelar los tomates (si queréis podéis escaldarlos y luego pelarlos y si no los peláis directamente con un pelador de tomates). Cortarlos en cuadraditos pequeños.  Incorporarlo a la sartén y dejar que se haga todo el conjunto. No deberá quedar demasiado hecho. Añadir  la nata y dejar que se cocine un par de minutos mas.

                                                
Cocer la pasta siguiendo las indicaciones del paquete. Cuando ese lista distribuirla en los platos y salsear. Rayar el parmesano encima. 

Rayar la trufa encima de cada plato y servir.
También podéis sacar la trufa a la mesa con un rayador especial para trufas y que cada uno se ponga a su gusto.