La alcachofa o alcaucil se cree que es originaria de Egipto o del norte de África. Su nombre científico es Cynara y ya era conocida por griegos y romanos los que al parecer le otorgaban poderes afrodisíacos. Dice una leyenda que toma su nombre de una joven seducida por Zeus y transformada por éste en alcachofa.
Durante la Edad Media, no se conocida la alcachofa, y fue en esta época cuando los horticultores poco a poco fueron transformado los cardos hasta conseguir la alcachofa. La tradición cuenta que fue la florentina Catalina de Médicis, gran aficionada a comer corazones de alcachofa, quien la introdujo en Francia, llevándolas desde su Italia natal al casarse con el rey Enrique II de Francia. Los colonos españoles y franceses en América, fueron quienes los introdujeron en ese continente.
INGREDIENTES:
- Un kilo de alcachofas
- Una loncha de jamón gordito y veteado
- 3 dientes de ajo
- Aceite de oliva
- Unas ramas de perejil
- Una cucharadita pequeña rasa de maicena
MODO DE HACERLO:
Limpiar las alcachofas dejando el cogollo (no le quitéis del todo el rabito, solamente la parte dura y el resto pelarlo, pues es exquisito) e ir metiéndolas en un cuenco al que habremos puesto agua fría y unas ramas de perejil con las puntas machacadas, para que no se queden negras. (Hay quien prefiere meterlas en agua con limón, pero toman mucho sabor del limón y que hace que pierdan su autentico sabor un poco dulzón.
Poner agua con sal en una cazuela, y hervir las alcachofas hasta que estén tiernas. Una vez cocidas reservar. Cuando se hagan templado un poco, sacarlas y ponerlas boca abajo para que suelten el agua y contarlas por la mitad. Disolver la maicena en medio vaso del agua de cocer las alcachofas.
A parte, poner aceite en una cazuela plana, y cuando este caliente, dorar los ajos. Cortar el jamón en taquitos alargados y gorditos y rehogarlos en el aceite, añadir las alcachofas y saltearlas durante unos minutos. Añadir del caldo donde hemos disuelto la maicena y dejar cocinar unos minutos a fuego suave. Listas para comer.
Nota: Si sois aficionados a la decoración, os recomiendo que compréis unas alcachofas grandes, las atéis con un cordón y las colguéis boca abajo hasta que estén secas. Utilizarlas en algún centro como flor seca, son preciosas.
Y si tenéis la suerte de tener una huertita, plantar alcachofas, y dejarlas sin coger hasta que les salga la flor. Secarlas del mismo modo que os he dicho y veréis que cosa más bonita.
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