Una receta sin complicaciones y bien rica, que podéis servir de aperitivo, o como segundo plato si la acompañáis de una ensalada.
INGREDIENTES:
250 gr. de bacalao salado
1 diente de ajo
1 o 2 cebolletas (según el tamaño)
Unas tiras de cebollino
Una cucharada de perejil picado
2 huevos
Unas hebras de azafrán
160 cc de agua (usaremos la de escaldar el bacalao)
Una cucharadita rasa de levadura en polvo
100 gr. de harina
Sal
MODO DE HACERLO:
Poner el bacalao a remojo el día de antes y cambiarle el agua varias veces. Acabado este proceso, escaldar el bacalao, dejar enfriar, quitarle la piel y las espinas y desmigarlo.
Picar en brunoise, el ajo, la cebolleta, el cebollino y el perejil:
Mezclar la levadura con la harina. Tostar el azafrán, machacarlo y reservar. Coger 160 cc del agua de escaldar el bacalao (deberá estar templada) añadirle el azafrán e ir incorporándolo a la harina poco a poco hasta tener una masa homogénea. Mezclar el bacalao con la cebolleta, el ajo, el cebollino y el perejil y añadirlo a la masa y mezclar bien. Batir los dos huevos e incorporarlos a la mezcla hasta que todo el conjunto este bien homogéneo. Tapar y con un papel transparente y dejar reposar 10 minuto. Pasado este tiempo la masa habrá fermentado, destapar y mezclar de nuevo. Volver a tapar y dejar reposar otros 10 minutos más.
Poner aceite de oliva en una sartén, y cuando esté bien caliente ir depositando con la ayuda de una cuchara, una bolita de masa. Dejar que se dore por un lado y dar la vuelta para que se dore por el otro:
Ir sacando los buñuelos del aceite, y depositarlos sobre un plato con papel absorbente para que chupen el exceso de aceite:
Servir bien calientes.
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