El origen del roscón nada tiene que ver con la llegada de los Reyes Magos a Belén, sino que parece estar relacionado con unas fiestas romanas dedicadas al dios Saturno en las que el pueblo celebraba los días más largos que empezaban a venir tras el solsticio de invierno. Para estas fiestas, se elaboran unas tortas redondas hechas con higos, dátiles y miel.
Felipe V importó de Francia a España la tradición del roscón que allí se conocía como “Galette des rois” (Galleta de los Reyes Magos), para culminar las fiestas navideñas. Este pastel estaba cubierto de frutas escarchadas y tenía escondido en su interior una sorpresa a veces de gran valor. En Francia también se le conocía como el “Bolo de Rei”.
En Méjico la Natividad es incorporada a la rosca de reyes, en donde esconden uno o varios muñequitos que representan que el niño tuvo que ser escondido y protegido en los días de la matanza de los inocentes.
En España, se esconde un haba y una sorpresa que suele ser una figurita de cristal. Dice la tradición, que el que encuentra la sorpresa será coronado como rey de la casa y a quien le toque el haba (que representa la regeneración, el surgir de la vida, el año nuevo) deberá pagar el roscón.
INGREDIENTES:
• 150 Azúcar
• La ralladura de la piel de una naranja pequeña (solo la parte coloreada)
• La ralladura de la piel de un limón pequeño (solo la parte coloreada)
• 150 de leche entera
• 40 gr. de levadura prensada (de panadero)
• 100 gr. de mantequilla (a temperatura ambiente)
• 2 huevos
• ½ cucharadita de sal
• 4 cucharadas de agua de azahar
• 550 de harina de fuerza
• 1 huevo para pintar el roscón.
• Azúcar y almendras fileteadas (para poner de adorno encima)
MODO DE HACERLO:
Templar la leche, y disolver en ella la levadura y la mitad de la harina. Amasar hasta que se haga una bola, tapar con un paño y dejar reposar en un lugar caliente, donde no haya corrientes de aire, hasta que aumente el doble su volumen (aproximadamente una hora y media. Funciona muy bien junto a un radiador de la calefacción.
En otro cuenco poner el resto de la harina, hacer un hueco en el centro y añadir los huevos, el azúcar, el agua de azahar, las ralladuras de naranja y de limón, la mantequilla y la sal y trabajar bien con las manos, amasando hasta conseguir una masa fina (cuanto mas se amase mejor quedará). Incorporar la masa que habíamos reparado con anterioridad y que ya ha doblado su volumen y continuar amasando enérgicamente hasta que tengamos una masa fina y elástica. Formar una bola con la masa, colocar un papel vegetal sobre una bandeja de horno y formar un roscón, para ello, hacer un agujero en el centro de la bola de masa, e ir estirando ésta hacia fuera con las dos manos, hasta obtener la forma de roscón deseada (podéis hacerlo redondo u ovalado). Introducir la sorpresa y el haba envueltos en papel transparente por la parte de abajo y en lugares distintos. Batir el otro huevo, y pintar con él el roscón. Mezclar el azúcar con unas gotas de agua, hacer unas bolitas y colocarlas por encima igual que las almendras. Ponerlo junto a una fuente de calor (puede ser encima de un radiador) o mejor en el horno precalentado a 50º hasta que vuelva a doblar su volumen.
Cuando haya terminado esta segunda fermentación, introducir en el horno precalentado (si es de aire mucho mejor) a 180º durante 35 minutos aproximadamente, hasta que esté bien cocido.
Nota: Con estas cantidades sale un roscón grande o 2 pequeños. Os quedarán asi:
Nota: La mayor parte de la gente, suele adornar los roscones con frutas escarchadas. Si lo preferís podéis sustituir las almendras por éstas, o poner las dos cosas. A mi particularmente, me gusta solo con almendras y azúcar.
2 comentarios:
Gracias por dejarnos entrar en tu cocina, el roscón tiene una pinta riquisima,estoy deseando hacerlo.
Chus, Gracias
Angela
Angela, gracia por tu comentario. Espero que te animes y lo hagas. Un fuerte abrazo. Chus
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