miércoles, 9 de enero de 2008

CALDO CASERO


El caldo hecho en casa, es uno de los pilares de la buena cocina. El principio de un buen caldo es el líquido que se logra cociendo lentamente carne, huesos, verduras y condimentos en agua. Cuando se han extraído todos los sabores y valores alimenticios de los ingredientes, se cuela el líquido y el caldo resultante, es la base de todas las sopas, desde las más habituales, a las más exóticas.
Algunas historias sobre el caldo. Nerón, gran aficionado al canto, tomaba todos los días un caldo caliente cuya base eran los puerros, y a él le atribuía la cualidad de protegerle las cuerdas vocales. Apicio, el mas famoso restaurador de la antigua Roma, servía refinadas y suculentas sopas que hacía con lentejas, garbanzos y guisantes, muy especiadas y condimentadas con aceite y garúm que era un saborizante a base de pescado fermentado y salado y que era el equivalente a las pastillas de caldo concentrado de hoy.
Lo cierto es que la sopa, independientemente de refinamientos que muy pocos han podido saborear en el transcurso de la historia, fue el alimento que salvo del hambre a muchas personas. Unas veces hechas de pan y agua, otras veces con cereales y las menos con carne. En la edad media, la sopa tuvo un triunfo rotundo y las sazonaban principalmente con canela, jengibre, azafrán y ajos.
Lo cierto es que estamos en invierno, ¡qué época más buena para la cuchara! No hay nada que reconforte tanto, como un buen plato calentito de sopa. Así que manos a la obra. No os importe hacer una buena cantidad, pues podéis congelarla en tarros de cristal, y cuando os apetezca, solamente hay que sacar uno, descongelar y degustar.


INGREDIENTES:

• 300 gr. de carne de vaca (falda, morcillo, etc.)
• Un hueso de la babilla
• Un hueso de rodilla y otro de caña
• Un hueso de espinazo
• Un hueso de jamón
• Un cuarto de gallina
• 2 caparazones de pollo
• Un puerro
• 3 ramas de apio
• Un nabo
• Una rodaja de calabaza
• Una cebolla
• 2 zanahorias
. Sal


MODO DE HACERLO:

Poner la víspera en un cuenco con agua fría, todos los huesos para que suelten la sangre. Lavarlos, escurrir y rascarlos bien con el cuchillo (sobre todo el de jamón).
Poner una olla grande con agua y sal y cuando comience a hervir, añadir las carnes, los huesos y las verduras, lavadas y cortadas. Salar y cuando comience a hervir espumarla cuantas veces sean necesarias. Dejar que cueza lentamente durante 3 o 4 horas, hasta que las carnes estén blanditas. (Si no tenéis tiempo podéis hacerlo con la olla rápida, aplicando los tiempos que os marquen. Una vez terminada la cocción, colar e introducir en el frigorífico hasta el día siguiente. Pasado este tiempo, sacar y con ayuda de una espumadera, quitar la capa de grasa que se habrá formado en la parte de arriba, y ya estará lista para consumir o para congelar.

Nota: Con la carne podéis hacer croquetas, ropa vieja, etc.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Chus muchas gracias por las recetas, nos son de gran utilidad en el dia a dia. ¿ Lo de la cocina es una aficion o tiene algun restaurante?. Es por ir a probar las recetas directamente

Chus dijo...

Muchas gracias por tu comentario, no sabes como me alegro y al mismo tiempo me anima que te sean útiles y que te animes a hacerlas.
Lo de la cocina es por afición, siempre me ha gustado y en casa me han animado a que comparta las recetas con todos vosotros.
Si te apetece alguna receta en particular, y está dentro de mis posibilidades, me lo dices, e intento complacerte. Un abrazo. Chus.