¿Como no conservar en el recuerdo los aromas de una manzana cuando se estaba asando en el horno? Se mantienen en nuestra memoria de forma imperturbable, trayéndonos imágenes de antaño, cuando la cocina se hacía sin prisa, dándole tiempo al tiempo, y con los productos de temporada que habían madurado lentamente, sin apremios, dejando que el tiempo le diera su mejor punto de maduración.
La manzana reineta, jugosa y ácida, en su maridaje perfecto con el azúcar de caña, que le proporciona un sabor inigualable, y para darle un toque novedoso, esos tropezones, en este caso de arándanos y pasas.
INGREDIENTES:
2 manzanas reineta (una por persona)
Azúcar moreno
Mantequilla sin sal
Un vaso de vino blanco generoso
Un puñadito de arándanos rojos secos
Un puñadito de pasas sin pepitas
2 palitos de canela para adornar
MODO DE HACERLO:
Quitar el corazón a las manzanas con un vaciador o descorazonador de manzanas
La manzana reineta, jugosa y ácida, en su maridaje perfecto con el azúcar de caña, que le proporciona un sabor inigualable, y para darle un toque novedoso, esos tropezones, en este caso de arándanos y pasas.
INGREDIENTES:
2 manzanas reineta (una por persona)
Azúcar moreno
Mantequilla sin sal
Un vaso de vino blanco generoso
Un puñadito de arándanos rojos secos
Un puñadito de pasas sin pepitas
2 palitos de canela para adornar
MODO DE HACERLO:
Quitar el corazón a las manzanas con un vaciador o descorazonador de manzanas
8 minutos antes de finalizar la cocción, añadir en la bandeja las pasas y los arándanos.
Una vez cocinadas, colocar sobre cada plato una manzana, y encima los tropezones (pasas y arándanos), bañarlas con el almíbar de la cocción e insertar una ramita de canela en el agujerito de cada una a modo de adorno.
¡¡ Riquísimas!!
NOTA: Servir siempre templadas.
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