sábado, 21 de abril de 2007

ALCACHOFAS CON ALMEJAS



La alcachofa, o alcaucil como se la llama en algunas regiones, es una verdura riquísima y que además nos aporta innumerables beneficios para nuestra salud, pues estimula el metabolismo hepático, es depurativa y digestiva, reduce el nivel de colesterol y disminuye la presión arterial. Combate la diabetes y es diurética. ¿Se le puede pedir más? Pues sí, ya que además cada 100 grs. sólo nos aportan 38 calorías.
Con todo esto espero haberos convencido, y animo que ahora están en su mejor momento.


INGREDIENTES:

· 1 Kg de alcachofas
· ½ Kg de almejas
· 1 cebolla
· 2 dientes de ajo
· aceite de oliva
· un chorrito de vino blanco
· perejil y unas hebras de azafrán

MODO DE HACERLO:

Lavar las almejas frotándolas unas contra otras y dejarlas en agua con sal gorda para que suelten la arena.
Limpiar las alcachofas dejando el cogollo (y no le quitéis del todo el rabito, solamente la parte dura y el resto pelarlo, pues es exquisito) e ir metiéndolas en un cuenco al que habremos puesto agua fría y unas ramas de perejil con las puntas machacadas, para que no se queden negras. (Hay quien prefiere meterlas en agua con limón, pero toman mucho sabor del limón y que hace que pierdan su autentico sabor un poco dulzón).
Poner agua con sal en una cazuela, y hervir las alcachofas hasta que estén tiernas. Una vez cocidas, cortarlas en dos mitades y reservar.
A parte, poner aceite en una cazuela plana, y cuando esté caliente, dorar los ajos. Sacarlos, y pochar la cebolla bien menudita. Cuando esté lista, poner una cucharadita de harina, cocinarla y añadir un chorrito de vino blanco. Evaporar el alcohol, e introducir las almejas limpias y escurridas. Tapar la cazuela y dejar que se abran. Una vez abiertas sacarlas para que no se sequen y dejar cocinar lentamente la salsa. Poner el azafrán en un trocito de papel de aluminio y tostarlo (podéis hacerlo en el tostador del pan), machacarlo en el mortero y diluirlo con un chorrito del agua de cocción de las alcachofas. Incorporarlo a la salsa. Cuando ésta esté lista, pasar primero por un pasapurés y después a través de un colador apretando con la parte cóncava de un cacillo o con la mano del almirez para que nos quede bien fina. Incorporar las alcachofas, colocándolas boca abajo, para que la salsa se introduzca por todas las hojas, y dejarlas un ratito para que “se hagan amigas”. Espolvorear con perejil y añadir las almejas.
La salsa deberá quedar bien trabada, si está muy espesa le añadiremos un poco del agua de cocción de las alcachofas y si está muy clara la dejáis reducir, pero todo antes de incorporar tanto las alcachofas como las almejas.

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