Las endibias, hortalizas de origen mediterráneo, son una variedad de la achicoria y su nombre deriva del griego Aster, que significa estrella, debido a que sus flores están formadas por miles de florecillas muy pequeñas parecidas a las del girasol. Durante mucho tiempo, se consumían las que se encontraban en forma silvestre, y no fue hasta el siglo XIX, cuando se empezaron a consumir las que ahora conocemos, y ello fue debido a una casualidad. Ocurrió que en un pueblo cercano a Bruselas, llamado Evere, un trabajador del jardín botánico observó que las raíces de la achicoria que estaban cubiertas de tierra, tenían unos brotes blancos y tiernos, que no eran otra cosas que las ricas endibias. Debido a esto, Bruselas fue considerada como la cuna de este cultivo, existiendo una variedad que se llama endibia de Bruselas.
INGREDIENTES:
• 4 endibias
• 100 gr. de queso roquefort
• 1 paquete pequeño de nata líquida
• Una cucharada sopera de salsa mahonesa.
. Sal, vinagre y pimienta blanca molida
MODO DE HACERLO:
Desmenuzar el queso y ponerlo en un cuenco, añadir la nata y la cucharada de mahonesa. Batir bien todos los ingredientes con la batidora. Incorporar un poco de sal (con cuidado pues el queso ya lleva), un chorrito de vinagre y moler un poquito de pimienta blanca. Batir nuevamente y rectificar el punto de sazón si fuese necesario.
Cortar las endibias por la mitad, lavarlas y secarlas. Colocar en un plato las endivias y al lado, en un cuenco la salsa.
Nota: Si queréis abaratar el precio, sustituir el queso roquefort, por queso azul.
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