La achicoria es una verdura no demasiado conocida, pero con un regusto muy especial, un poco amargo pero a la vez muy delicado. Este sabor se lo confiere la intibina que se concentra en las hojas y en concreto en los nervios de la planta. Tiene la propiedad de estimular la secreción de los jugos gástricos por lo que favorece la digestión, y estimula el apetito.
Desde el siglo XVII, la infusión de su raíz tostada, se utiliza como sucedáneo del café, o en algunos casos para la adulteración de este último, por lo que también es conocido como el café de los pobres.
Pertenece a la familia de las asteráceas, y encontramos su mejor punto en la temporada de otoño invierno. Hay distintas variedades siendo las más conocidas la Achicoria Roja, el Cicorino y el Pan de Azúcar.
Se puede consumir en ensalada mezclada con otras variedades que contrarresten su sabor amargo, hervida como primer plato o de guarnición para platos de carne. También se puede añadir al final de la cocción de sopas para darle un sabor especial.
Es muy importante lavarla minuciosamente, evitando su remojo para reducir la perdida de nutrientes.
En la época de su floración, estas presentan un bonito color azul
• Un Kilo de achicorias
• 2 lonchas de jamón veteado
• 3 dientes de ajo
• Un puñadito de piñones
• Un puñadito de pasas sin semillas
• Aceite de oliva
MODO DE HACERLO:
Lavar minuciosamente las achicorias, y cortarlas en trozos. Poner a hervir agua con sal y cuando esté en plena ebullición añadir un puñadito de verdura, dejar que hierva de nuevo y añadir otro, y así sucesivamente. Cocer, colar y escurrir bien colocándola en un colador y apretando con un plato puesto del revés para que suelte todo el agua.
Poner las pasa a hidratar en un poquito de agua templada.
Tostar los piñones:
Poner el aceite en una sartén, laminar los ajos y dorarlos en el aceite (tener cuidado de que no se os quemen, pues si se queman amargan). Un poco antes de que estén en su punto, cortar el jamón y rehogarlo en el mismo aceite, incorporar las borrajas y dejar que se hagan amigos. Sacar las pasas del agua y escurrirlas apretándolas bien con un paño. Incorporarlas a la sartén. Añadir los piñones y mezclar.
Servir bien caliente
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