lunes, 7 de enero de 2008

CHOCOLATE A LA TAZA



Los españoles trajeron el chocolate a Europa y guardaron celosamente el secreto de su elaboración. Con él preparaban una bebida fría a la que tuvieron la inspiración de añadir azúcar de caña.
El chocolate fue del dominio exclusivo de las clases acomodadas hasta la Revolución Industrial, cuando se inventaron máquinas capaces de moler los granos en gran escala. Hasta entonces, el chocolate en tableta tal como lo conocemos hoy día, era desconocido. El primer paso para llegar a ello se produjo en 1828, cuando Van Houten inventó un procedimiento para extraer la grasa de los granos, quedando un polvo que se empleaba para hacer cacao y chocolate en polvo. En 1876, aparecieron en el mercado las primeras tabletas de chocolate.
Y gracias a estos inventos, es que hoy día podemos preparar esa bebida caliente y aromática que es el chocolate a la taza, ideal para acompañar cualquier tipo de bollería y en estos días en especial, el famoso Roscón de Reyes.


INGREDIENTES:

• 1 litro de leche entera
• 300 gr. de chocolate negro
• 40 gr. de maicena
• Una pizca de sal

MODO DE HACERLO:

Separar una taza de leche y poner a calentar el resto en un cazo. Disolver la maicena, en la leche que hemos separado. Rallar el chocolate y reservar. Cuando la leche que tenemos en el fuego, esté a punto de ebullición, incorporar la mezcla de leche y maicena, la sal y el chocolate rallado y mover sin cesar con una cuchara de madera, hasta que tengamos la consistencia deseada. Pasar a una jarra a través de un colador, por si nos hubiese quedado algún grumo.

Nota:

* El chocolate se puede aromatizar con vainilla o canela. Si queréis aromatizarlo con alguna de estas especias, poner a cocer la leche con la vara de canela o la de vainilla para que tomen el sabor y después retirarla y continuar el procedimiento normal.
* También podéis enriquecerlo con nata, en este caso, incorporar 150 gr. de nata a la leche y seguir con el proceso explicado.
* Como veréis y no he puesto azúcar, pues aunque empleo chocolate negro, creo que queda suficientemente dulce sin necesidad de añadir azúcar. Pero si sois muy golosos podéis añadírsela al gusto.

CÓMO SE CONSERVA EL CHOCOLATE



El chocolate debe guardarse en un lugar fresco, oscuro y sin humedad. En estas condiciones, el chocolate se conservará durante unos 6 meses aproximadamente.
Si al chocolate le surge un velo blanquecino, es que el lugar donde se guarda es demasiado caluroso. Aún así podéis emplearlo perfectamente par cocinar.

viernes, 4 de enero de 2008

CORDERO ASADO AL ESTILO DE MI MADRE




El asado es uno de los métodos más antiguos, sino el más antiguo de cocinar carnes. Asar significa cocinar a fuego directo y en los albores de la humanidad, se hacia ensartando la carne en una vara de madera o metal y colocando ésta, a cierta distancia, sobre una hoguera o unas ascuas. Nosotros vamos a utilizar un método de asado a horno cerrado, un procedimiento que, en rigor habría que llamar “horneado”, pero que todos conocemos normalmente por asado. El sabor natural del cordero joven y de buena calidad, es tan delicado y exquisito, que así cocinado, hace las delicias de todos los buenos paladares.
En esta ocasión, vamos a asar dos paletillas de cordero lechal, con patatitas y cebollas francesas. Como es un cordero joven, vamos a hacer el asado a alta temperatura, 200º constantes, obteniendo de esta forma un excelente sabor y un asado bien dorado. Si utilizásemos un cordero más grande, tendríamos que emplear el método de temperatura más baja, 180º, para asegurar que no nos quede duro.
Esta receta que voy a daros, la he heredado de mi madre, que era de un pueblecito del norte de Burgos, que se llama Sedano. Aquello antes era Castilla la Vieja, hoy Castilla León, y ya se sabe lo que dice el dicho popular que siempre es sabio: En el norte los guisos, en el centro los asados y en el sur los fritos.
Todavía me acuerdo de cómo olía mi casa cuando mi madre preparaba un asado de cordero, que solía hacerse casi siempre por Navidad. Acompañarlo de una ensalada de escarola con granada, estoy segura de que os va a gustar.


INGREDIENTES:

Dos paletillas de cordero lechal.
28 cebollitas francesas
2 patatas
½ vasito de coñac
8 dientes de ajo
Aceite, sal, dos hojitas de laurel y perejil.
Un vaso de agua y uno de vino blanco.

MODO DE HACERLO:

Cuando compréis las paletillas, pedirle al carnicero que le de unos golpes. Lavarlas, secarlas y salarlas. Pelar las patatas y cascarlas en trozos medianos tirando a un poco a grandes. Poner las paletillas junto con las cebollas y las patatas en una cazuela de barro. Pelar los ajos, reservas 3 y los otros darles un golpe e introducirlos en las paletillas, donde el carnicero os ha dado los golpes a la carne. Poner el agua y el vino en la cazuela y echar las 2 hojitas de laurel. Introducir en el horno precalentado a 200º. Pasada ½ hora, darle la vuelta al cordero y a las patatas para que se hagan y se doren por todos los lados. Machacar en el mortero bien menudo, los 3 dientes de ajo restantes junto con el perejil, añadirle el coñac y echar la mitad por encima de las paletillas, y al cabo de un rato, darle otra vez la vuelta y echar el resto. Dejar que se ase bien y que quede bien dorado. Regarle con los jugos de la cazuela de vez en cuando.
Es imposible daros el tiempo de cocción, ya que son muchos los factores que determinan cuánto necesita el calor para penetrar y hacer el centro de la pieza hasta el punto deseado, entre ellos puede mencionarse el peso y grosor de la carne, la proporción de grasa y de hueso, etc. Si ponemos en el horno la carne recién retirada del frigorífico, necesitará más tiempo que si ha estado a temperatura ambiente. También depende de cada horno, así que la experiencia y la mano es quien asegura el éxito. El color de los jugos es un indicio seguro del grado de cocción. Pinchar el centro de la parte más gruesa con una aguja de hacer punto y ver el color de los jugos que emanan. Si éstos son rojizos, la carne esta poco hecha y necesita más cocción. Si salen ligeramente rosados, la carne está medio hecha y si aparecen incoloros, está bien hecha. No pinchéis la carne más de dos veces, pues se seca por dentro. De todos modos, si compráis cordero lechal, se hace enseguida y no vais a tener ningún problema.

martes, 1 de enero de 2008

ROSCÓN DE REYES



El origen del roscón nada tiene que ver con la llegada de los Reyes Magos a Belén, sino que parece estar relacionado con unas fiestas romanas dedicadas al dios Saturno en las que el pueblo celebraba los días más largos que empezaban a venir tras el solsticio de invierno. Para estas fiestas, se elaboran unas tortas redondas hechas con higos, dátiles y miel.
Felipe V importó de Francia a España la tradición del roscón que allí se conocía como “Galette des rois” (Galleta de los Reyes Magos), para culminar las fiestas navideñas. Este pastel estaba cubierto de frutas escarchadas y tenía escondido en su interior una sorpresa a veces de gran valor. En Francia también se le conocía como el “Bolo de Rei”.
En Méjico la Natividad es incorporada a la rosca de reyes, en donde esconden uno o varios muñequitos que representan que el niño tuvo que ser escondido y protegido en los días de la matanza de los inocentes.
En España, se esconde un haba y una sorpresa que suele ser una figurita de cristal. Dice la tradición, que el que encuentra la sorpresa será coronado como rey de la casa y a quien le toque el haba (que representa la regeneración, el surgir de la vida, el año nuevo) deberá pagar el roscón.


INGREDIENTES:

• 150 Azúcar
• La ralladura de la piel de una naranja pequeña (solo la parte coloreada)
• La ralladura de la piel de un limón pequeño (solo la parte coloreada)
• 150 de leche entera
• 40 gr. de levadura prensada (de panadero)
• 100 gr. de mantequilla (a temperatura ambiente)
• 2 huevos
• ½ cucharadita de sal
• 4 cucharadas de agua de azahar
• 550 de harina de fuerza
• 1 huevo para pintar el roscón.
• Azúcar y almendras fileteadas (para poner de adorno encima)

MODO DE HACERLO:

Templar la leche, y disolver en ella la levadura y la mitad de la harina. Amasar hasta que se haga una bola, tapar con un paño y dejar reposar en un lugar caliente, donde no haya corrientes de aire, hasta que aumente el doble su volumen (aproximadamente una hora y media. Funciona muy bien junto a un radiador de la calefacción.
En otro cuenco poner el resto de la harina, hacer un hueco en el centro y añadir los huevos, el azúcar, el agua de azahar, las ralladuras de naranja y de limón, la mantequilla y la sal y trabajar bien con las manos, amasando hasta conseguir una masa fina (cuanto mas se amase mejor quedará). Incorporar la masa que habíamos reparado con anterioridad y que ya ha doblado su volumen y continuar amasando enérgicamente hasta que tengamos una masa fina y elástica. Formar una bola con la masa, colocar un papel vegetal sobre una bandeja de horno y formar un roscón, para ello, hacer un agujero en el centro de la bola de masa, e ir estirando ésta hacia fuera con las dos manos, hasta obtener la forma de roscón deseada (podéis hacerlo redondo u ovalado). Introducir la sorpresa y el haba envueltos en papel transparente por la parte de abajo y en lugares distintos. Batir el otro huevo, y pintar con él el roscón. Mezclar el azúcar con unas gotas de agua, hacer unas bolitas y colocarlas por encima igual que las almendras. Ponerlo junto a una fuente de calor (puede ser encima de un radiador) o mejor en el horno precalentado a 50º hasta que vuelva a doblar su volumen.



Cuando haya terminado esta segunda fermentación, introducir en el horno precalentado (si es de aire mucho mejor) a 180º durante 35 minutos aproximadamente, hasta que esté bien cocido.


Nota: Con estas cantidades sale un roscón grande o 2 pequeños. Os quedarán asi:


Nota: La mayor parte de la gente, suele adornar los roscones con frutas escarchadas. Si lo preferís podéis sustituir las almendras por éstas, o poner las dos cosas. A mi particularmente, me gusta solo con almendras y azúcar.

lunes, 31 de diciembre de 2007

MERLUZA AL HORNO CON GULAS



Este es un plato rico y de sabor delicado, muy sencillo de hacer y con buena presencia.
Podéis hacerlo en lugar de con merluza, con pescadilla gorda, a ser posible de pincho, y os quedará igual de bueno.


INGREDIENTES:

• Una pescadilla de pincho
• Un kilo de cebollas
• 400 gr. de gulas
• 200 gr. de nata líquida
• Un limón
• Sal y pimienta
• Un vaso de aceite de oliva

MODO DE HACERLO:

Poner el aceite el una cazuela grande y plana y pochar en él las cebollas que habréis cortado en juliana.
Una vez pochadas, sacarlas, escurrirlas y reservar. Eso es conveniente hacerlo con unas horas de anticipación, pues este aceite vamos a dejarlo decantar para que se separe el jugo que han soltado las cebollas del propio aceite. Después de unas horas, os quedará así:



Con la ayuda de un cucharón, quitar el aceite que como veis se queda en la superficie, y reservar tanto el jugo como el aceite.
Pedir al pescadero, que os haga dos lomos de la pescadilla y le quite la espina central. Lavar bien el pescado, y rasparlo con el borde no afilado de un cuchillo, para quitarle bien las posibles escamas que le queden. Secarlo y salpimentarlo. Extender la cebolla en una fuente de horno y sobre ella, poner la merluza. Exprimir el zumo del limón, incorporarle el jugo de la cebolla y unas 4 o 5 cucharadas de aceite. Volcar por encima la nata e introducir en el horno precalentado a 180º. Mientras tanto, poner un poco del aceite sobrante en una sartén, dorar 3 ajos laminados y unos aros de guindilla, y cuando comiencen a tomas color, saltear las gulas.
Una vez lista la merluza (dependerá del peso, pero una que os haya pesado 1.600 gr. tardará en hacerse unos 20 minutos aproximadamente) sacarla del horno y ponerle las gulas por encima.




Nota: Este plato no debe calentarse, por lo que es conveniente calcular bien el tiempo y servirlo recién sacado del horno. Podéis ponerlo en el horno, cuando comencéis a servir el primer plato.

viernes, 28 de diciembre de 2007

SOPA DE ALMENDRAS



Un clásico de la Navidad, la sopa de almendras. Este postre, suave, cremoso y de sabor delicado, viene haciéndose en mi casa desde hace mucho tiempo, y al margen de que se hagan, otras cosas, la sopa de almendras nunca puede faltar. Es un postre sencillísimo y rápido de hacer y merece la pena.

INGREDIENTES:

• 200 gr. de pasta de almendras
• 600 gr. de leche entera
• Un poco de pan del día anterior
• Canela molida

MODO DE HACERLO:

Poner a hervir la leche, y cuando está templada, separar una tacita y disolver en ella la pasta de almendras. Una vez bien disuelta, juntar con el resto de la leche sin dejar de mover. Cuando comience el punto de ebullición, retirar y reservar.
En un cacharro que pueda ir al horno, cortar el pan como si fuese para sopa de ajo. No cortéis mucho, solamente un poco bien fino y que cubra el fondo de la fuente. Volcar sobre el pan, la pasta de almendras y espolvorearlo con la canela. Introducir en el horno a gratinar, con cuidado de que no se os queme.

Nota: Si os sobran mazapanes y se os han puesto duros, molerlos bien con la batidora y hacerlo con la harina resultante siguiendo las instrucciones.

miércoles, 26 de diciembre de 2007

PAVO RELLENO



El que fuera manjar exclusivo de nobles y aristócratas se cuela en los menús festivos. En estas fechas, es al horno y relleno donde brinda su mayor exquisitez.
Originario de Méjico, donde los aztecas lo llamaban guajalote, llegó a Europa en el siglo XVI junto con los tomates, las patatas, etc. Los conquistadores lo bautizaron como gallina de las Indias, pero en España se hizo famoso como el ave jesuita, por ser éstos quienes comenzaron a criarlo e introducirlo en el recetario.
Elevado a los altares de los fogones, por el gastrónomo francés Grimon de la Reinière, fue un manjar reservado a la monarquía y la aristocracia hasta que los ingleses comenzaron a democratizarlo en el siglo XVIII, como plato típico de celebración. A día de hoy, ha perdido su vitola de ave exclusiva, pero más que nunca, sus formas voluptuosas siguen engalanando las comilonas navideñas.
Sus bonanzas, se destapan en la cocina. Al calor de los fogones, su carne blanca y aromática se presta a la polivalencia, admitiendo tanto los juegos de parrilla y plancha, como los de pucheros, pero es al horno, abrigando dulces rellenos, donde se convierte en protagonista indiscutible de la Navidad. En su interior cabe todo tipo de ingredientes, aunque son un valor seguro aquellos que aportan un punto de dulzura, como ciruelas, manzanas, orejones, etc... Es posible que a su carne se le atribuya cierta sequedad, por eso es conveniente inyectarle cava o vino durante su cocción y al mismo tiempo, ir regándolo con su propio jugo. Otro truco que funciona muy bien es untarlo con un barniz de mantequilla antes de introducirlo en el horno, y de este modo nos quedará con un dorado muy atractivo. A esta receta que os propongo, la vamos a acompañar con dos salsas, una oscura, que elaboraremos con sus propios jugos, y otra de uvas. Como guarnición puré de manzana y puré de castañas, y como no, el relleno del pavo. Animaros y no tengais miendo a que os quede seco, porque si lo haceis despacito y con mimo, os quedará excelente. Espero algún comentario vuestro al respecto.


INGREDIENTES:

• Un pavo
. Una botella de cava o champagne
. 600 cc de fondo oscuro

Para el relleno:

• Una lata de trufas
• 100 gr. de pasas de corinto
• 10 ciruelas secas sin hueso
• 10 orejones
• 50 gr. de piñones
• 50 gr. de nueces
• 100 gr. de bacón en daditos
• 2 manzanas reinetas
• Un poco de mantequilla
• Sal y pimienta
• Una copa de coñac
• Una cucharadita de maicena
• Jarabe de arce (optativo)
. Un poco de sal gorda

Estos ingredientes pueden aumentar o disminuir en función del tamaño del pavo.

Para la salsa de uvas:

• 400 gr. de uvas
• 100 ml de nata
• 1 cebolla

MODO DE HACERLO:

Lavar bien el pavo y quitarle todos los cañones que pueda tener, secarlo y reservar.
Poner a macerar en el coñac, durante un par de horas aproximadamente, las pasas, las ciruelas y los orejones. Reservar y añadir al cuenco las nueces, y los piñones. Pelar las manzanas y cortarlas en trocitos y añadirlas a lo anterior. Laminar las trufas y añadirlas también al igual que el bacon. Salpimentar el pavo, (tener cuidado con la sal que le ponéis por fuera, pues después le vamos a añadir otra vez) rellenarlo con estos ingredientes, coserlo para que no se le salga el relleno y

Bridarlo,




pues sino al introducirlo en el horno las patas y las alas se pondrán en jarras, y además nos resultaría muy laborioso trincharlo, y no tomaría una bonita forma. Untarlo bien con mantequilla blanda y espolvorearlo con sal gorda para que al asarlo la piel resulte crujiente y colocarlo sobre una rejilla, en una fuente de horno.
Calentar el horno a 180 grados. Abrir una botella de cava y echarla en un recipiente para que pierda el gas, e inyectar al pavo el cava con una jeringuilla




(podéis comprar tanto la jeringuilla como la aguja en la farmacia. Pedirla gorda, del estilo de la de la foto), e inyectar al pavo el cava, principalmente en las pechugas que es la parte más seca. Colocar una mezcla de vino blanco y una parte del fondo oscuro en la fuente del horno, (dos vasos uno del fondo oscuro y uno de vino) junto con unas ramas de tomillo y romero. Cada 15 o 20 minutos, ir inyectándole el resto del cava y regándolo con el jugo de la fuente. Después de una hora, darle la vuelta para que la piel se dore por todos los sitios por igual, y así sucesivamente cada hora, Si veis que se está tostando demasiado, cubrirlo con papel de aluminio. A medida que la bandeja se vaya quedando seca, le añadis más líquido del fondo hasta terminarlo.
El pavo viene a tardar en asarse, 1 hora aproximadamente por cada kilo de peso. A media cocción, insertar un termómetro en el muslo y si lee 51º o 52º es el momento de pintarlo con jarabe de arce (optativo) y subir el termostato del horno a 200º y continuar haciéndolo hasta que al insertar de nuevo el termómetro, la temperatura alcance los 76º 0 77º.
Retirarlo del horno y taparlo con aluminio para que se mantenga caliente. Rascar bien todas las paredes de la fuente, colar el caldo a un cacito y cuando comience a hervir, añadir la maicena disuelta en un poquito de agua. Rectificar el punto de sal, y si hiciera falta añadir media pastilla de caldo. Colar y reservar.



SALSA DE UVAS:



Poner aceite en una cacerola pequeña, y pochar la cebolla bien picadita, triturar con la batidora las uvas reservando una 15 para decorar y añadir el puré al sofrito de la cebolla. Dejar cocer despacito una media hora aproximadamente. Colar, añadir la nata, y dejar que cueza otro cuarto de hora a fuego muy lento. Pelar y quitar las pepitas a las uvas resevadas y añadirlas a la salsa. Servir en salsera aparte.
A la hora de servirlo, es importante que lo saquéis a la mesa entero, después de quitarle las cuerdas y ponerle unos pompones en las patas, pero después que lo hayan visto los comensales, lo lleváis nuevamente a la cocina para trincharlo.





Sacáis el relleno, y lo ponéis en una fuente para que cada uno se sirva a su gusto, y el pavo lo trincháis en filetes finos pero no demasiado y los vais colocando en una fuente, por un lado la carne de los muslos que es oscura y por otro la de las pechugas que es muy blanca. A cada comensal se le sirve, un filete de pechuga y otro de la parte del muslo. Las salsas (tanto la de uvas como la que habéis preparado con el jugo de asarlo) se ponen en salseras aparte y lo mismo hacéis con las guarniciones, el relleno del pavo, el puré de manzana y el de castañas.

Nota: Para que os hagáis una idea, de un pavo que pese 5 kilos en crudo, vienen a salir unas 12 raciones de 100 gr. por persona. No os importe que el pavo sea grande, pues si os sobra, podéis usarlo para hacer diferentes platos como pastel de pavo, curry de pavo, pilaf, etc.

Nota: La fuente de horno, debe tener las medidas justas, pues si es muy grande la grasa que suelta se desparrama y tiende a chamuscarse, además de que la salsa se evapora demasiado.

Nota: Como acompañamiento, además del ramburage (relleno), preparar un puré de manzana y un puré de castañas

Nota: Si no queréis preparar un fondo oscuro podéis sustituirlo por una pastillita de caldo de ave disuelta en agua.

PURÉ DE CASTAÑAS


INGREDIENTES:

• 1 kilo de castañas
• Una ramita de canela
• 10 gr. de azúcar
• 2 vasos de vino blanco
• 20 gr. de mantequilla
• Una pizca de sal

MODO DE HACERLO:

Hacer una incisión a las castañas en un lado y escaldarlas. Sacarlas del agua, escurrirlas y pelarlas. Ponerlas a cocer con el vino, la canela, el azúcar y la sal, durante 20 minutos aproximadamente. Cuando estén cocidas, retirar la canela triturarlas y añadir la mantequilla. Deberán tener la textura de un puré de patata.

PURÉ DE MANZANA



INGREDIENTES:

• 1 kilo de manzanas reineta
• Un vaso de vino blanco
• Una cucharada de azúcar
• Una cucharada de mantequilla

MODO DE HACERLO

Pelar las manzanas y cortarlas en cuartos quitándoles el corazón y las pepitas, y ponerlas a cocer con el vino y el azúcar.
Cuando estén cocidas triturar y añadir la mantequilla. Mezclar bien.

martes, 25 de diciembre de 2007

HABITAS CON MARISCO



Este plato que os propongo, lo encuentro muy rico además de original, eso si no resulta nada barato, pero si tenéis algo especial que celebrar, podéis daros un capricho con esta receta.
A continuación voy a hacer un poco de historia sobre las habas.
Existe evidencia escrita, de que en el antiguo Egipto, Grecia y Roma, ya se consumían habas. Los griegos las utilizaban en harina que mezclada con la de trigo les servia para la hacer pan. También las entregaban como ofrenda al dios Apolo.
En Roma tenían ciertas connotaciones políticas ya que usaban los granos para contar en las votaciones además de consumirlas para aumentar su virilidad.
En Egipto, los sacerdotes las habían prohibido ya que éstas crecían en los fangos que dejaban las inundaciones del río Nilo, y era lo primero que se abría paso en la desolación de una inundación, por lo que consideraron que esta planta era la primera modalidad viva del ser y debido a ello frenaba la reencarnación.
En la actualidad, es el plato nacional egipcio.
Las habas tienen fama de provocar pesadillas si se comen de noche. Cuenta una leyenda, que las almas de los muertos viven dentro de las habas y por eso no dejan dormir con tranquilidad. No hagáis caso, y comerlas con placer, eso si teniendo en cuenta que aunque no lo parezca, las habas son una legumbre, y por tanto puede resultar algo pesada su digestión.

INGREDIENTES:

• 2 latas de habas Mini Baby
• 1 calamar
• 300 gr. de berberechos
• 6 carabineros
• 1 cebolla
• 4 cucharadas de salsa de tomate
• Perejil bien picado
• Un poquito de pimienta blanca molida.
• Aceite de oliva

MODO DE HACERLO:

Lavar los carabineros, pelarlos y quitarlos el intestino tirando de él una vez que le hayáis quitado la cabeza. Hacerlo de este modo



Cocer las cabezas y las cáscaras en un poquito de agua con sal. Una vez cocidas, triturarlas y colarlo reservando el caldo.



Colarlo a través de un colador
fino apretando con la mano
del almirez




Os quedará así



Abrir las habitas y ponerlas a escurrir en un colador grande.
Limpiar los calamares y cortarlos en aros. Lavar los berberechos frotándolos bien unos contra otros y dejarlos un rato en agua son sal gorda para que suelten la tierra que pudieran tener. Escurriros, enjuagarlos y abrirlos al vapor. Reservar por un lado los berberechos y por el otro el agua que han soltado pasándola por un colador de tela. Poner en una cacerola plana el aceite, y pochar en él la cebolla cortada bien menudita, y cuando esté transparente, salar las colas de los carabineros y rehogarlas dándolas la vuelta para que se hagan por los dos lados. Sacarlas a un plato y reservar. Salar y rehogar los calamares. Añadir la salsa de tomate y mezclar bien. Incorporar una parte del caldo que tenemos reservado de cocer las cáscaras de los carabineros y el agua de abrir los berberechos. Mezclar bien y dejar cocinar todo junto dos o tres minutos. Añadir las habitas mezclándolo todo y dejar cocer otros 3 minutos más. Incorporar los berberechos y los carabineros, espolvorear con el perejil y añadirle un poquito de pimienta, mezclando con cuidado.
Deberá quedaros con un poquito de caldo, pero no excesivo, (de ahí que no empleemos todo el agua de cocer los carabineros), de modo que pueda tomarse con cuchara, o disfrutar de lo lindo, haciendo unos “barquitos”.

Nota: Os sobrará caldo de cocer los carabineros, no lo tiréis, ponerlo en una cubitera de hielo y cuando lo tengáis congelado lo pasáis a una bolsa de plástico. Cuando vayáis a hacer una salsa para pescado, un arroz de marisco o cualquier otra cosa, podéis utilizar los cubitos que necesitéis.