Como en otras cuestiones culinarias, resulta
difícil ponerse de acuerdo, unos dicen que el origen de la brandada es el alioli,
y que al introducirse en nuestro país el bacalao seco, se le añadió a éste. Se
trataba de un plato sencillo perteneciente a la cocina popular y como tantos
otros sus componentes eran el bacalao, el aceite y el ajo. A través del
mediterráneo, fue desarrollándose desde la costa de Alicante hasta noroeste de
Italia y en la época de la Revolución Francesa la receta llego a Francia donde
la adaptaron al gusto popular, retirándole el ajo y sustituyendo el aceite de
oliva por otros aceites vegetales e incorporándole, nata, patata y otros ingredientes.
INGREDIENTES:
- · 300 gr. de bacalao
- · 130 gr. de aceite de oliva
- · 4 dientes de ajo
- · 50 gr. de nata
- · sal (dependerá del punto de desalado del bacalao)
- · un poco de cayena (optativo)
MODO
DE HACERLO:
Desalar el bacalao
remojándolo de 24 a 30 horas, cambiando el agua tres o cuatro veces, en un
recipiente grande con mucho agua. Pasado este tiempo, descamarlo bien, raspando
la piel con un cuchillo. Secarlo con papel absorbente. Poner el aceite de una
sartén y dorar los ajos sin que se quemen. Retirar del fuego y dejar atemperar
el aceite e incorporar el bacalao que previamente habremos desmenuzado y retirado
la piel. Dejar que se confite. Poner
todo en el vaso de la batidora y triturar al tiempo que vais añadiendo la nata,
hasta obtener una pasta homogénea. Probar y rectificar el punto de sal y si
vais a ponerle un poquito de cayena este es el momento (si ésta no es en polvo
triturar el conjunto nuevamente). Colocarlo sobre un plato y espolvorear, si os
apetece, con un poquito de eneldo. Acompañarlo con pan tostado.
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