La ostra
es un marisco muy apreciado que suele degustarse crudo, si bien es verdad que
desde el siglo XVIII los maestros cocineros ya preparaban exquisitos platos de
otras gratinadas.
Es muy
importante asegurarse de que las ostras
están vivas en el momento que vayamos a degustarlas y podemos comprobarlo
pinchando el molusco con la punta de un
cuchillo, si se retrae significa que está viva. Al abrirla la concha tiene que
estar llena de agua y desprender buen olor con un toque a yodo. Si no estamos seguros, es
mejor tirarla. El momento de abrirlas es justo antes de que vayamos a comerlas.
Y para hacerlo es conveniente protegernos la mano con un paño, y clavar el
cuchillo por la bisagra entre las dos conchas.
A veces
cuesta mucho y voy a indicaros una forma mas sencilla para hacerlo.
MODO DE
HACERLO:
Poner al
fuego una cazuela con 4 dedos de agua. Cuando comience a hervir, introducir la
ostra durante 4 segundos:
La ostra
al contacto con el calor, se abre un poco, y es el momento de sacarla e introducir el cuchillo, que penetrara
fácilmente y nos permitirá abrirla cómodamente.
Ir
colocándolas sobre un plato en el que habremos puesto hielo picado, y listo.